El Reino Unido, jamás intentó dialogar seriamente por la soberanía de las islas, y siempre se negó a debatir ante el derecho internacional sobre la historia de las islas, y a quien corresponden por legítimo derecho. Como único antecedente, en donde los británicos reconocen la soberanía argentina sobre las islas, es el siguiente:
1825: Gran Bretaña reconoce la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, y no hace objeción alguna sobre el tema Malvinas, en el Tratado de amistad, navegación y comercio firmado entre ambos países.
Tras la resolución 2065 de la ONU, Gran Bretaña nunca explicitó sus objetivos, y si bien parecía que sus negociaciones serían de buena fe, no tardó mucho en mostrar su hilacha imperialista y colonizadora, donde aparentaba acatar el mandato de las Naciones Unidas, y nunca hubo progreso alguno.
En 1966, tras producirse la famosa "Operación Cóndor" (para más, click aquí), las fuerzas británicas en las islas no superaban los 6 hombres (un oficial y cinco soldados). Luego de ese hecho, se lleva el número a 46 hombres (dos oficiales y cuarenta y cuatro soldados). Este número se mantendría, hasta marzo del 82.
La empresa "Falkland Island Company" (FIC), la más importante de las Malvinas era manejada en 1968 por B.G. Barton. La FIC, era el Lobbie de las Islas y el Grupo de Presión sobre el Parlamento Británico en el sentido de no tratar el tema Soberanía con la Argentina.
El 25 de marzo de 1968, se forma un poderoso grupo de presión en las islas: "Falklands Islands Emmergency Comittee", integrado por Barton (administrador de la FIC), Clifford, gobernador de las islas hasta 1964, entre otros nombres que ejercían una gran presión, ya que estos hombres manejaban y representaban los intereses económicos de Malvinas. En dicho grupo, no estaba representada en absoluto la población malvinense, aunque se invocara su voluntad e interés. Lo único que se pretendía defender, era a la "FIC" y a través de pretextos ante el gobierno inglés, dilatar el reclamo por soberanía.
Al año siguiente, comienzan diversas exploraciones en el archipiélago y se habla de la existencia de hidrocarburos. En 1975 se produce la expedición de lord Shackleton, provocando otro conflicto diplomático, ya que la nueva postura británica era la de congelar las negociaciones. La ONU, insta una vez más a tratar la soberanía, favoreciendo el reclamo argentino. La respuesta del gobierno imperial, fue el silencio.
En 1979 asume Margaret Thatcher al poder. Se endurece la postura hacia Argentina, ya que ahora, el esposo de Thatcher, manejaba a la famosa "FIC", mencionada anteriormente, y una posible entrega de soberanía, significaría la pérdida de grandes ganancias.
Estaba claro, que el Reino Unido no entregaría las islas a su legítimo dueño, ya que había grandes intereses económicos de por medio. Además de la posibilidad de la existencia de grandes yacimientos petrolíferos, la exploración pesquera y minera.
Gran Bretaña necesitaba las islas, era (y sigue siendo) un bastión en el Atlántico Sur, que le permitía conectarse con el Océano Pacífico. Las islas son como un gran portaaviones, con gran valor geopolítico y geoestratégico. Obtener el archipiélago, significaba además, tener una base que los conecte directamente con la Antártida, otro gran punto de valor. Estaba claro que los británicos no iban a ceder las Malvinas a La Argentina ni a nadie. Si bien el mantenimiento de las islas para ese entonces era muy costoso (y lo siguió siendo hasta 1989), valía la pena la inversión, ya que hoy podemos observar las grandes ganancias que produce el archipiélago. Además, la flota de guerra de Gran Bretaña estaba muy próxima al desarme, por lo que muchos aseguran que el conflicto de Malvinas fue "provocado" por autoridades militares británicas.
Si bien Gran Bretaña fue advertida en varios de sus informes que Argentina podría reaccionar con una acción militar, las islas no fueron masivamente reaprovisionadas, porque el envío de tropas y buques sería muy costoso y no se justificaba gastar ese dinero. Sin embargo, para marzo de 1982, el Reino Unido provocaría un gran conflicto diplomático que llevaría a optar por una decisión poco favorable para Argentina en la resolución del conflicto, aunque altamente costosa, pero beneficiosa para el Imperio británico.
En contrario a la Argentina, aquí si observamos grandes intereses económicos, no solo por las islas, sino grandes beneficios para la industria bélica imperial, en plena decadencia. Intereses estratégicos, y políticos a mucho mayor nivel que podría haber en un país del tercer mundo.
Si existía un país que le beneficiaría más, forzar un conflicto bélico, ése era Gran Bretaña.
1825: Gran Bretaña reconoce la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, y no hace objeción alguna sobre el tema Malvinas, en el Tratado de amistad, navegación y comercio firmado entre ambos países.
Tras la resolución 2065 de la ONU, Gran Bretaña nunca explicitó sus objetivos, y si bien parecía que sus negociaciones serían de buena fe, no tardó mucho en mostrar su hilacha imperialista y colonizadora, donde aparentaba acatar el mandato de las Naciones Unidas, y nunca hubo progreso alguno.
En 1966, tras producirse la famosa "Operación Cóndor" (para más, click aquí), las fuerzas británicas en las islas no superaban los 6 hombres (un oficial y cinco soldados). Luego de ese hecho, se lleva el número a 46 hombres (dos oficiales y cuarenta y cuatro soldados). Este número se mantendría, hasta marzo del 82.
La empresa "Falkland Island Company" (FIC), la más importante de las Malvinas era manejada en 1968 por B.G. Barton. La FIC, era el Lobbie de las Islas y el Grupo de Presión sobre el Parlamento Británico en el sentido de no tratar el tema Soberanía con la Argentina.
El 25 de marzo de 1968, se forma un poderoso grupo de presión en las islas: "Falklands Islands Emmergency Comittee", integrado por Barton (administrador de la FIC), Clifford, gobernador de las islas hasta 1964, entre otros nombres que ejercían una gran presión, ya que estos hombres manejaban y representaban los intereses económicos de Malvinas. En dicho grupo, no estaba representada en absoluto la población malvinense, aunque se invocara su voluntad e interés. Lo único que se pretendía defender, era a la "FIC" y a través de pretextos ante el gobierno inglés, dilatar el reclamo por soberanía.
Al año siguiente, comienzan diversas exploraciones en el archipiélago y se habla de la existencia de hidrocarburos. En 1975 se produce la expedición de lord Shackleton, provocando otro conflicto diplomático, ya que la nueva postura británica era la de congelar las negociaciones. La ONU, insta una vez más a tratar la soberanía, favoreciendo el reclamo argentino. La respuesta del gobierno imperial, fue el silencio.
En 1979 asume Margaret Thatcher al poder. Se endurece la postura hacia Argentina, ya que ahora, el esposo de Thatcher, manejaba a la famosa "FIC", mencionada anteriormente, y una posible entrega de soberanía, significaría la pérdida de grandes ganancias.
Estaba claro, que el Reino Unido no entregaría las islas a su legítimo dueño, ya que había grandes intereses económicos de por medio. Además de la posibilidad de la existencia de grandes yacimientos petrolíferos, la exploración pesquera y minera.
Gran Bretaña necesitaba las islas, era (y sigue siendo) un bastión en el Atlántico Sur, que le permitía conectarse con el Océano Pacífico. Las islas son como un gran portaaviones, con gran valor geopolítico y geoestratégico. Obtener el archipiélago, significaba además, tener una base que los conecte directamente con la Antártida, otro gran punto de valor. Estaba claro que los británicos no iban a ceder las Malvinas a La Argentina ni a nadie. Si bien el mantenimiento de las islas para ese entonces era muy costoso (y lo siguió siendo hasta 1989), valía la pena la inversión, ya que hoy podemos observar las grandes ganancias que produce el archipiélago. Además, la flota de guerra de Gran Bretaña estaba muy próxima al desarme, por lo que muchos aseguran que el conflicto de Malvinas fue "provocado" por autoridades militares británicas.
Si bien Gran Bretaña fue advertida en varios de sus informes que Argentina podría reaccionar con una acción militar, las islas no fueron masivamente reaprovisionadas, porque el envío de tropas y buques sería muy costoso y no se justificaba gastar ese dinero. Sin embargo, para marzo de 1982, el Reino Unido provocaría un gran conflicto diplomático que llevaría a optar por una decisión poco favorable para Argentina en la resolución del conflicto, aunque altamente costosa, pero beneficiosa para el Imperio británico.
En contrario a la Argentina, aquí si observamos grandes intereses económicos, no solo por las islas, sino grandes beneficios para la industria bélica imperial, en plena decadencia. Intereses estratégicos, y políticos a mucho mayor nivel que podría haber en un país del tercer mundo.
Si existía un país que le beneficiaría más, forzar un conflicto bélico, ése era Gran Bretaña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario